Lamentamos la infortunada decisión de hacer del Monumento a Güemes una plaza seca disruptiva del entorno verde e histórico del cerro San Bernardo.
Esta mañana en un medio local nos enteramos de la pavimentación del Monumento. Creemos que la decisión es infortunada porque hace de un espacio verde enmarcado en la naturaleza del Cerro San Bernardo, una plaza seca, las que se adecuan a los espacios urbanos de las grandes y modernas ciudades.
El uso y la manera en que vivimos el espacio configura y sostiene nuestra identidad; confiriéndonos un carácter singular que nos hace uno con el espacio. Esa relación sostiene el derecho más básico, inalienable e intransferible al disfrute del espacio público que nos configura, haciéndolo un aspecto central y trascendente de nuestra relación con el mundo. No es solo un disfrute estético, sino una relación humana entre las personas, mediada por la manera en que recorremos y significamos ese espacio.
Es probable que todavía estemos a tiempo para conciliar con quienes tomaron esta decisión, la reconfiguración de la obra que nos incluya a todos, particularmente a quienes viven en las proximidades, a los turistas que lo visitan, a los cientos de deportistas diarios que suben al cerro, a los más viejos que lo vieron y vivieron en la casi centuria de existencia que tiene.
Vista de obras actuales de pavimentación del Monumento a Güemes, Salta. |
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