8 de Marzo: Día Internacional del Trabajador y la Trabajadora

Por el reconocimiento del trabajo femenino: una lucha inclaudicable hacia la igualdad y justicia en oportunidades laborales

El pasado 8 de marzo se celebró  el Día Internacional del Trabajador y la Trabajadora, una fecha importante para  el inicio de la lucha por el trabajo como un derecho ineludible y en condiciones que posibiliten la supervivencia y la construcción de proyectos de vida plenos.

El concebir al trabajo como un derecho ha sido el resultado de un arduo proceso donde la vida de muchos varones y mujeres han construido las bases de las conquistas actuales, y venideras,  en pos recuperar la cualidad creativa, solidaria y amorosa del trabajo. Es el amor por los hijos e hijas lo que motiva a una madre el trabajar, es el amor hacia el desconocido el que impulsa a quienes trabajan  solidariamente en la búsqueda de  soluciones para los mas necesitados.

Pero esta visión confronta con una percepción despojada de humanidad del trabajo, donde algunas  labores cotidianas son  invisibilizadas por ser llevadas a cabo por actores que no son legitimados como "trabajador" o valoradas por la cantidad de bienes o remuneración que se obtenga. Es así que por siglos  el trabajo femenino  no ha sido  reconocido ni valorado con justicia ,por considerar algunos aspectos como propios de una naturaleza ficticia y constrictiva. Estas  arbitrariedades  se hacen evidentes inclusive en las salutaciones que bajo una nominación universal pretenden perpetuar y disimular presencias estigmatizadas por una historia funcional a una forma de organización jeráquica y excluyente. 

Sin embargo son muchas las voces que se alzan y reclaman por el reconocimiento, que se inicia por acciones simple como el señalar que el día no es solamente de los trabajadores sino también de las trabajadoras y continúan en  avances de nuestro  gobierno nacional y popular argentino en materia del reconocimiento de derechos de las trabajadoras de casas particulares (http://www.trabajo.gov.ar/prensa/videos/video.asp?id_video=117)

Solo se puede construir un futuro con mas derecho y mayor democracia cuando el trabajo recupere y fortalezca  su dimensión ética basado en el respeto, el amor y la solidaridad con el otr@ y este es un compromiso al cual no podemos negarnos.